jueves, 28 de julio de 2011

Desde Grecia con amor: El día que mi niña creció


Todos tenemos en nuestra vida algunas fechas que nunca olvidamos. No me refiero a bodas, entierros y comuniones, que por supuesto, sino a aquellas más pequeñas, más personales e íntimas; el día que aquel chico nos llamó para ir al cine por primera vez (quince años y tres niños después si te llama para que compres cebollas ya te puedes dar por contenta…), el día que aprobaste aquel horrible examen de final de carrera, o el que ganó tu equipo un partido histórico… Yo siempre recordaré el 11 de Julio de 2011 porque la croquetilla se hizo mayor.
Como madre que soy, quiero decir con esto, previsora por necesidad, no por convicción, ante la perspectiva de 5 horas de vuelos, con 5 de espera en aeropuertos, y 3 horas de viaje en coche con tres niños y maletas para dos meses en el extranjero quería no dejar cabos sueltos así que, este siempre recordado, 11 de julio, le puse pañal a Blanca,  ya que después de un mes y medio de concienciación: “vamos cariño, que ya eres muy mayor, y vamos a quitarnos los pañales” – “yo no quela ser mayod, yo soy quequeñita”; después de casi dos meses de jarritos, orinales y mucha, mucha limpieza en casa por escapes y accidentes, después de haber preguntado, ¿cuántas veces?, si hacemos cálculos. 1 vez cada hora, 16 horas al día, 30 días al mes durante 2 meses …¡ me salen casi 1000!...después de todo eso no había conseguido los resultados deseados, así que, como digo, para este viaje le puse pañal.
Pero al destino, sabio y cruel a veces, le gusta demostrar quién manda, y la peque decidió hacerse mayor, y pedir ella sola (sin jarritos, ni preguntas, ni premios) ir al baño…¡Y lo hizo justo antes de pasar el control de seguridad del aeropuerto!
- Maaaami! ¡ Maaami!...¡ piiiiiiis!
Yo (y mis maletas):- ¡¿Ahora?! Pero si llevas el pañal…
- No quiera pañal! ¡ yo quiera piiiiis!....¡ piiiiiis!
Y lo pidió otra vez, en la puerta de embarque del avión…
- Mami, mami! ¡Caca!
(odio repetirme)- ¡¡¡¡¡¿Ahora?!!!!! ¡¿Seguro?!...mira que llevas pañal….
- Siiiiiii, ¡Ahora!
Y allá nos fuimos, no sin antes dejar a sus dos hermanos “mayores” vigilando las maletas , la cola de embarque y al avión:“si el avión se mueve, gritad”
Y lo pidió también durante el tránsito en Madrid…Y en el avión, ¡dos veces!

Y yo, orgullosa y agotada, paseé maletas y niños por los servicios de varios aeropuertos para entender que por mucho que queramos organizar nuestra vida o hacer que nuestros niños crezcan (o no), nuestros hijos crecerán cuando les toque, por muy mal que nos venga a nosotros.

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